Sevilla, la capital de Andalucía, es una ciudad que vibra con una energía única. Sus calles empedradas, sus monumentos históricos y su gente cálida hacen de esta ciudad un destino que enamora a cualquier visitante. Sin embargo, hay un aspecto de Sevilla que destaca especialmente: su cultura del tapeo.
Tapear en Sevilla no es solo comer, es una experiencia social, una forma de vida que refleja la esencia misma de la ciudad. En este artículo, te llevaré a través de un recorrido por los mejores lugares para disfrutar de tapas en Sevilla, desde el bullicioso centro histórico hasta los barrios más auténticos.
Centro histórico: tradición y sabor en cada esquina
El centro de Sevilla es el corazón palpitante de la ciudad, donde se encuentran algunos de los bares de tapas más emblemáticos.
- Los Coloniales: Situado en la plaza Cristo de Burgos, este lugar es conocido por su ambiente animado y sus deliciosas tapas. Aunque siempre está lleno, vale la pena esperar por una mesa. Recomiendo probar el manjar blanco, el pollo con almendras y las tablas de salmorejo con jamón, atún o carne mechada.
- El Tremendo: En la calle Imagen, es famoso por servir una de las mejores cervezas de la ciudad. Una parada obligatoria para empezar la noche con una Cruzcampo bien fría y unos «chochitos» (aceitunas aliñadas).
- La Manzanilla: Ubicado en la plaza De Los Terceros, este bar antiguo ofrece tapas tradicionales como el choco a la plancha y el queso a la brasa, en un ambiente acogedor.
- El Rinconcillo: Con más de 350 años de historia, en la calle Gerona, este es el bar más antiguo de Sevilla. Aquí se puede disfrutar de clásicos como las espinacas con garbanzos y el jamón ibérico, rodeado de una atmósfera histórica.
- Patio San Eloy: En la calle San Eloy 9, destaca por su decoración única con gradas al fondo. Sus montaditos y sándwiches son irresistibles.
- Las Columnas: Cerca de la Giralda, en la calle Mateos Gago, es perfecto para probar tapas sevillanas tradicionales como el salmorejo y las espinacas con garbanzos.
- Eslava: En la calle Eslava, 5, cerca de la iglesia del «Gran Poder», es conocido por sus costillas, solomillo con cabrales y el pastel de espinacas. No te pierdas las papas con choco.
Nervión: modernidad y tapas junto al estadio
El barrio de Nervión, conocido por ser la sede del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, también ofrece excelentes opciones para tapear.
- La Espumosa: Situado en la calle Pastor y Landero, es ideal para disfrutar de croquetas, chanquetes, solomillo al roquefort y huevos estrellados con jamón y chorizo ibérico.
- Casa Duque: En la calle Chaves Nogales, 7, ofrece la misma deliciosa cocina que Los Coloniales, perfecta para los amantes de las tapas tradicionales.
- Jota: Este pequeño bar en la misma zona es conocido por su excelente cerveza y sus tapas de bacalao.
La Macarena: autenticidad en cada bocado
El barrio de la Macarena es uno de los más auténticos de Sevilla, con una oferta de tapas que no decepciona.
- El Colmao de Gascón Rubio: En la calle José Díaz, es un lugar perfecto para disfrutar de tapas tradicionales en un ambiente familiar.
- Bar Sacramento: En la calle Feria, ofrece una selección de tapas caseras que te harán sentir como en casa.
- La Cantina: En la misma calle Feria, es famoso por sus tapas innovadoras y su ambiente animado.
Sevilla a bocados: un viaje gastronómico inolvidable
Explorar Sevilla a través de sus tapas es descubrir la esencia misma de la ciudad. Cada barrio y cada bar ofrecen una experiencia única que combina tradición, sabor y cultura. Desde el histórico centro con sus bares centenarios hasta los modernos locales de Nervión y la autenticidad del barrio de la Macarena, cada parada en este recorrido culinario revela un aspecto diferente de la vida sevillana.
No obstante, Sevilla tiene mucho más que ofrecer. Además de las tapas, te recomiendo visitar los mercados locales como el Mercado de Triana y el Mercado de la Encarnación, donde podrás disfrutar de productos frescos y tapas innovadoras en un entorno vibrante. Durante la Feria de Abril, la ciudad se llena de casetas donde se pueden degustar tapas mientras se disfruta del folclore y la alegría de esta fiesta tradicional.
Para quienes disfrutan de la naturaleza, una excursión a los Jardines de Murillo o un paseo por el Parque de María Luisa ofrece un respiro verde en medio de la ciudad. Y si eres amante del arte, el Museo de Bellas Artes y las numerosas galerías y exposiciones temporales te permitirán sumergirte en la rica herencia cultural de Sevilla.
En resumen, Sevilla no solo se disfruta con el paladar, sino también con todos los sentidos. La ciudad te invita a perderte en sus calles, a descubrir su historia y a vivir su presente vibrante, una tapa a la vez. Así que ven, déjate llevar por el encanto de Sevilla y disfruta de un viaje gastronómico que quedará grabado en tu memoria para siempre.
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