Bélgica, famosa por su rica historia, su arquitectura impresionante y su deliciosa gastronomía, es también el hogar de una tradición cervecera inigualable. Con más de 1,000 variedades de cerveza, el país ofrece una experiencia única para los amantes de esta bebida. En este artículo, te invito a un recorrido por las cervezas más emblemáticas de Bélgica, explorando sus diferentes estilos y sabores. Desde las cervezas de abadía hasta las afrutadas y trapistas, cada una cuenta con una historia y una elaboración que merece ser descubierta.
Cervezas afrutadas: un toque de frescura
Las cervezas afrutadas belgas son conocidas por su fermentación espontánea y su sabor refrescante. Las más populares son las Lambic, que incluyen frutas como cereza, frambuesa y melocotón.
- Kriek: La Kriek, con sabor a cereza, es una de las más conocidas. Su color rojo intenso y su sabor dulce la hacen perfecta para quienes prefieren una cerveza ligera y refrescante. Aunque pueda parecer más un refresco que una cerveza, su sabor único la convierte en una opción popular.
Cervezas de abadía: tradición y carácter
Las cervezas de abadía son elaboradas siguiendo antiguas recetas monásticas y tienen un sabor profundo y malteado. Se dividen en varias categorías según su graduación y color.
- Leffe: Una de las marcas más reconocidas, la Leffe ofrece una variedad de estilos, desde la Blonde, suave y accesible, hasta la Triple, con un sabor más intenso y un alto contenido alcohólico. Cada tipo de Leffe tiene su propio carácter, pero todas comparten un sabor rico y complejo.
- Brigand: Con 9º de alcohol, esta cerveza rubia es conocida por su sabor especiado y su cuerpo robusto. Perfecta para aquellos que buscan una cerveza con más carácter.
Cervezas trapistas: el arte de la tradición monástica
Las cervezas trapistas son producidas por monjes trapenses y son altamente apreciadas por su calidad y sabor. Solo existen doce monasterios en el mundo que producen auténticas cervezas trapistas, y seis de ellos están en Bélgica.
- Chimay: La Chimay azul, con 9º de alcohol, es una cerveza oscura y fuerte, perfecta para los aficionados a las cervezas con cuerpo. Además de la azul, Chimay también produce versiones roja y blanca, cada una con su propia particularidad.
- Westmalle: La Westmalle Triple, con 9.5º de alcohol, es una cerveza rubia oscura y espesa, con un sabor complejo y delicioso. Ideal para disfrutar despacio y saborear cada sorbo.
- Orval: Con un color tostado y 6.2º de alcohol, la Orval es una cerveza rubia con un sabor distintivo y una rica historia. Es una de las favoritas entre los conocedores.
La experiencia cervecera en Bélgica
Más allá de probar estas cervezas emblemáticas, la experiencia cervecera en Bélgica es un viaje inmersivo que combina tradición, cultura y gastronomía. Visitar cervecerías históricas como la Brouwerij ‘t IJ en Brujas o la Brouwerij Het Anker en Malinas te permite conocer de cerca los procesos de elaboración centenarios. Participar en festivales de cerveza, como el famoso Brussels Beer Weekend, es una excelente oportunidad para degustar una amplia variedad de cervezas, desde las clásicas hasta las más innovadoras, en un ambiente festivo y acogedor.
En Bruselas, el Delirium Café no puede faltar en tu itinerario. Con más de 2,000 cervezas en su carta, este icónico bar ofrece una experiencia inigualable para los amantes de la cerveza. En Brujas, el De Garre es un bar escondido en un estrecho callejón que ofrece una cerveza propia de 11º llamada «Triple van De Garre», perfecta para acompañar con un queso local. Gante, por su parte, cuenta con el Het Waterhuis aan de Bierkant, un bar junto al canal con una excelente selección de cervezas artesanales y un ambiente encantador.
La gastronomía belga es el complemento perfecto para su cerveza. Platos como el estofado de carne flamenco (Carbonnade flamande), las moules-frites (mejillones con papas fritas) y el queso local maridan de maravilla con las diferentes cervezas del país. Los restaurantes suelen tener menús cuidadosamente diseñados para resaltar los sabores de sus cervezas más destacadas.
Además de los bares y restaurantes, las tiendas especializadas en cerveza son una visita obligada. Lugares como Beer Mania en Bruselas ofrecen una vasta selección de cervezas belgas para llevar, junto con asesoramiento experto para encontrar la cerveza perfecta para tu paladar.
En resumen, la experiencia cervecera en Bélgica es mucho más que beber cerveza. Es una inmersión en la cultura y la historia del país, una oportunidad para disfrutar de una gastronomía exquisita y una invitación a explorar ciudades encantadoras a través de sus sabores únicos. Ya sea que visites una cervecería histórica, disfrutes de un festival local o simplemente te relajes en un bar acogedor, Bélgica te ofrece una experiencia cervecera que recordarás para siempre.
Otra ronda por favor
Bélgica es un paraíso para los amantes de la cerveza, ofreciendo una diversidad de estilos y sabores que reflejan siglos de tradición y maestría cervecera. Desde las refrescantes cervezas afrutadas hasta las robustas trapistas, cada cerveza belga cuenta una historia y ofrece una experiencia única. Además de las cervezas mencionadas, no dejes de explorar otras joyas como la Gueuze, una cerveza de fermentación espontánea con un sabor ácido y complejo, y la Duvel, una cerveza rubia fuerte con un equilibrio perfecto de amargor y dulzura.
La riqueza cervecera de Bélgica va más allá de la bebida en sí, abarcando una cultura vibrante y una comunidad apasionada. Visitar Bélgica es una oportunidad para sumergirse en esta tradición, aprender sobre los procesos de elaboración y disfrutar de cada sorbo en un entorno que celebra la cerveza como parte integral de su identidad cultural. Así que levanta tu copa y brinda por la diversidad y excelencia de las cervezas belgas. ¡Salud!
Foto © BENCE BOROS
